OpenAI ha cerrado una alianza con Foxconn para diseñar y fabricar componentes clave destinados a centros de datos de inteligencia artificial en Estados Unidos. El acuerdo añade una pieza manufacturera esencial a la ofensiva de infraestructura del creador de ChatGPT, en un momento en que la demanda de cómputo se dispara y el tiempo de entrega se ha vuelto crítico.
Según han indicado ambas compañías, OpenAI dispondrá de acceso anticipado para evaluar los sistemas desarrollados por Foxconn, junto con una opción de compra; no hay, por ahora, compromisos de adquisición ni términos financieros públicos. La intención es acelerar despliegues y asegurar capacidad nacional a largo plazo, en paralelo a los compromisos de inversión de 1,4 billones de dólares para levantar unos 30 GW de recursos informáticos.
Alcance del acuerdo y localización en EE. UU.
La fabricación se realizará en instalaciones de Foxconn repartidas por varios estados, incluidos Wisconsin, Ohio, Texas, Virginia e Indiana, con la vista puesta en aumentar resiliencia logística y mitigar riesgos de futuros aranceles. Para Foxconn, es otro paso en su giro desde la electrónica de consumo hacia infraestructuras de alto valor para IA.
- Racks para servidores de alta densidad diseñados para cargas de IA.
- Sistemas de alimentación y distribución eléctrica de alta eficiencia.
- Equipos de red y cableado de alto rendimiento para interconexión masiva.
- Soluciones de refrigeración adaptadas a cargas térmicas intensivas.
Cómo encaja en la estrategia de OpenAI
La colaboración con Foxconn se suma a una batería de acuerdos con proveedores tecnológicos: Nvidia y AMD para ampliar capacidad de cómputo en centros de datos; Broadcom para el diseño de chips personalizados de IA; y una iniciativa junto a Oracle y SoftBank que contempla inversiones del orden de 500.000 millones de dólares en infraestructura en suelo estadounidense.
Además de ganar control sobre la cadena de suministro, OpenAI busca reducir cuellos de botella en equipos críticos y acortar plazos de entrega. Este enfoque más “de taller” —del chip a los racks— pretende asegurar disponibilidad sostenida y costes previsibles, factores que condicionan el ritmo de evolución de sus modelos.
Impacto para el sector y para España y Europa
Aunque la producción estará centrada en EE. UU., una mayor oferta global de hardware estándar podría aliviar tensiones de suministro que también sienten operadores europeos. Para proveedores cloud con centros en la UE, una base manufacturera más amplia facilita planificar ampliaciones y mantener calendarios de despliegue.
En España y el resto de Europa, el aumento de disponibilidad de equipamiento puede traducirse en integraciones más previsibles y en mejores plazos para proyectos de IA, siempre con el reto de la energía: la cifra de 30 GW ilustra la magnitud de potencia necesaria y refuerza la importancia de la eficiencia y la refrigeración avanzada en nuevos centros de datos.
Qué gana Foxconn con la alianza
Para Foxconn (Hon Hai), participar desde el diseño le permite ajustar producción y escalado a las especificaciones de modelos de última generación, consolidando su papel en servidores para IA. Además, gana visibilidad de demanda, aprendizajes para futuras generaciones de producto y una relación de alto valor en el ecosistema.
La compañía ya fabrica servidores de IA para terceros y, con este movimiento, refuerza su transición hacia hardware de centros de datos en un segmento con crecimiento estructural. En paralelo, mejora su posicionamiento frente a la volatilidad del negocio de electrónica de consumo.
Lo que aún falta por concretar
Las empresas han confirmado el codiseño de varias generaciones de servidores y componentes, la producción en plantas estadounidenses y el acceso temprano para OpenAI; sin embargo, siguen pendientes detalles sobre plazos, volúmenes y métricas económicas, y no existen obligaciones de compra vinculantes.
El éxito dependerá de industrializar rápido diseños complejos a gran escala, garantizar suministro eléctrico y térmico suficiente y coordinar cadenas de valor con múltiples proveedores. El listón está alto: replicar en EE. UU. la eficiencia productiva que Foxconn ha perfeccionado en otros mercados será la auténtica prueba.
La alianza de OpenAI y Foxconn cristaliza una tendencia que marca el paso del sector: la infraestructura pesa tanto como el software. Si la fabricación y el suministro se mantienen estables, el ecosistema —también en Europa— podría beneficiarse de ciclos de despliegue más ágiles y de una base de hardware más robusta para la próxima ola de servicios de IA.
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