Entre filtraciones y reajustes de estrategia, el lugar del Mac Pro dentro del catálogo profesional de Apple vuelve a estar en el aire. Varios informes coinciden en que, al menos a corto plazo, la torre modular de la compañía no tendría planes firmes de relevo, mientras el foco se desplaza hacia el formato compacto.
En España, el modelo vigente parte de 8.398,85 euros con chip M2 Ultra, una cifra elevada si se compara con un Mac Studio más reciente y potente por un precio notablemente inferior. Aunque Apple no ha confirmado cambios de forma oficial, las señales apuntan a que la prioridad de sobremesa pasa por el Mac Studio, dejando al Pro sin una actualización a la vista en el calendario inmediato, por lo que conviene revisar el trade-in de Apple en España.
Situación actual del Mac Pro
El último Mac Pro se renovó en 2023 con M2 Ultra. Desde entonces, distintas fuentes señalan que Apple habría parado el desarrollo del M4 Ultra y que no hay previsto un nuevo Mac Pro en 2026. En paralelo, el siguiente chip tope de gama, M5 Ultra, estaría concebido para impulsar la próxima iteración del Mac Studio, no la torre modular.
Este movimiento encaja con la estandarización de Apple Silicon: la brecha de rendimiento entre equipos se ha estrechado y el Mac Studio va recibiendo generaciones más recientes (como M3 Ultra) mientras el Mac Pro permanece anclado en una plataforma anterior. En ese contexto, resulta difícil justificar el sobreprecio del chasis grande si la potencia real favorece al formato compacto.
Aun así, que no haya un proyecto inminente no equivale a un adiós definitivo. Desde dentro se percibe que el Mac Studio representa el presente y futuro del escritorio profesional de Apple, pero la marca podría reevaluar la torre si el mercado lo exigiera. Por ahora, no hay señales claras de una hoja de ruta para el Pro a corto plazo.
Por qué Apple prioriza el Mac Studio
Con la memoria unificada y la integración CPU/GPU de Apple Silicon, las ranuras PCIe han perdido protagonismo en muchos flujos de trabajo. Gran parte de la industria creativa ha migrado a soluciones externas por Thunderbolt/USB‑C para audio, almacenamiento o captura, lo que reduce la necesidad de un chasis de torre expandible como ventaja decisiva.
También pesan motivos logísticos y de costes. En términos de volumen, estimaciones internas mencionan que en el espacio de un contenedor podrían entrar alrededor de 1.300 Mac Pro frente a unos 18.000 Mac Studio. Traducido: más unidades por envío, menos coste por equipo y mayor eficiencia en la distribución europea, un punto relevante para disponibilidad y márgenes.
El formato compacto favorece además la eficiencia térmica y simplifica la producción, algo que encaja con un catálogo profesional que busca rendimiento alto sin complicar el diseño. Si el Mac Studio logra disipar y alimentar chips de clase Ultra con solvencia, el incentivo de mantener una torre diferenciada se diluye.
En precio/rendimiento, la balanza también se inclina. Con el Mac Pro comenzando cerca de los 8.400 € con M2 Ultra, un Mac Studio con M3 Ultra ya ofrece mejoras de rendimiento por casi la mitad del coste, convirtiéndose en la opción más racional para muchos estudios, agencias y perfiles técnicos.
Qué significa para profesionales en España y Europa
Quienes dependan de expansión PCIe específica (tarjetas de adquisición, interfaces dedicadas o almacenamiento interno masivo) encontrarán en la torre un valor que el Studio no replica de forma interna. No obstante, muchos de esos usos se resuelven hoy con chasis externos Thunderbolt, lo que ha reducido el nicho que realmente necesita un Pro modular.
Si necesitas comprar ya, el Mac Pro actual sigue siendo válido para cargas sostenidas y configuraciones muy particulares; si puedes esperar, la ruta más lógica apunta a un Mac Studio con M5 Ultra cuando llegue, mientras el Pro no muestra señales de renovación a corto plazo. En equilibrio coste/beneficio, el Studio se perfila como la vía principal.
Para empresas y administraciones públicas en la UE, la cuestión pasa por ciclos de soporte y compatibilidad: M2 Ultra tendrá años de vida útil y actualizaciones, pero invertir fuerte en una plataforma sin hoja de ruta clara puede tensionar presupuestos plurianuales. El Studio, por su parte, está recibiendo las generacionales más rápidas, lo que facilita estandarizar parque y servicios.
Con los indicios actuales, el panorama es nítido: Apple concentra el escritorio profesional en el Mac Studio y deja al Mac Pro en segundo plano, aún disponible pero sin evolución cercana; una apuesta que prioriza rendimiento por euro, logística y simplificación del catálogo, y que reconfigura el mercado profesional en España y Europa hacia formatos compactos y conectividad externa.
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