
No se llega a la cota de los 13 010 MT/s en memoria DDR5 sin planificación milimétrica, refrigeración criogénica y muchas horas de pruebas. El overclocker Sergmann ha fijado un nuevo listón mundial usando módulos de Corsair, un procesador Intel Core Ultra y como pieza central la GIGABYTE Z890 AORUS TACHYON ICE, consolidando a la marca en lo más alto del rendimiento en memoria.
Más que un número, el resultado demuestra la madurez de un diseño orientado al overclocking extremo y ejecutado con precisión. La plataforma ha permitido a GIGABYTE situarse en cabeza del ranking global de frecuencia DDR5, con el primer, segundo y tercer puesto, un dominio poco habitual en una disciplina tan competitiva.
El nuevo techo de la DDR5: 13 010 MT/s
El registro logrado por Sergmann se ha obtenido en condiciones de laboratorio muy controladas, con refrigeración con nitrógeno líquido y una configuración ajustada al detalle. En este entorno, la DDR5 ha superado una barrera simbólica y técnica que hasta hace poco parecía fuera de alcance.
En el apartado de hardware, la combinación de módulos Corsair, un chip Intel Core Ultra y la Z890 AORUS TACHYON ICE ha sido clave. El equilibrio entre señal, alimentación y latencias marca la diferencia cuando cada megatransferencia por segundo cuenta y el margen de estabilidad es mínimo.
El impacto trasciende el récord puntual: refuerza la posición de GIGABYTE en el ranking mundial de frecuencia DDR5 y alimenta el interés de la comunidad europea, donde el overclocking competitivo, incluidos equipos de España, encuentra en estas cifras un referente técnico para sus propias sesiones.
Una placa base pensada para exprimir la memoria
La Z890 AORUS TACHYON ICE no es una placa al uso. Su VRM totalmente digital prioriza una entrega de energía limpia y estable, requisito imprescindible cuando se estresa la memoria por encima de sus especificaciones nominales.
Junto a la parte eléctrica, incorpora herramientas físicas integradas que resultan cruciales en mesa de pruebas: interruptores y botones de acceso rápido, así como puntos de medición de voltaje para verificar al instante los parámetros vitales del sistema.
Ese enfoque se completa con un diseño de PCB y distribución de conectores pensado para minimizar interferencias y facilitar el control fino. Nada está sobredimensionado porque sí; todo busca fiabilidad y repetibilidad cuando se trabaja al límite.
No es una solución para todos los públicos, y ahí reside su valor. La TACHYON ICE está optimizada para escenarios extremos, donde pequeñas variaciones en tensión o temperatura pueden decidir si una sesión termina en validación o en reinicio.
Colaboración con la élite del overclocking
El proyecto nace de la interacción directa entre ingeniería y competición. HiCookie, figura destacada del overclocking y asesor técnico de GIGABYTE, ha colaborado estrechamente con overclockers como Sergmann para trasladar necesidades reales a soluciones tangibles.
El resultado es visible en las tablas: GIGABYTE domina las tres primeras posiciones de la clasificación global de frecuencia DDR5, un indicador de estrategia sostenida que combina I+D con escucha activa a la comunidad entusiasta.
Relevancia para España y Europa
Aunque el récord se ha logrado en condiciones extremas, su eco llega al usuario europeo. Laboratorios, tiendas especializadas y comunidades de overclocking en España ven confirmadas buenas prácticas de diseño que, con el tiempo, acaban filtrándose a productos comerciales.
La estabilidad necesaria para batir marcas suele traducirse en BIOS más pulidas, controles de tensión más finos y mejoras de compatibilidad con kits de memoria disponibles en Europa. No es solo velocidad; es control y predictibilidad en escenarios reales.
Lo que anticipa para el ecosistema de memoria
Empujar la DDR5 a estos niveles presiona a todo el sector a mejorar procesos de selección de chips, topologías de señal y herramientas de diagnóstico. Ese aprendizaje acaba beneficiando a quienes buscan equipos duraderos y estables, incluso sin practicar overclocking extremo.
Que una plataforma alcance 13 010 MT/s no implica que ese sea el día a día del usuario, pero sí confirma una dirección: más margen, más control y diseños que resisten el estrés. Para el mercado europeo, es una señal de que la innovación sigue su curso también en el rendimiento de memoria.
El hito de Sergmann con la Z890 AORUS TACHYON ICE, sumado al uso de DDR5 de Corsair e Intel Core Ultra, consolida a GIGABYTE en la cumbre de la frecuencia de memoria y evidencia un trabajo conjunto entre ingeniería y competición que, desde Europa, se percibe como una apuesta sólida por la estabilidad, el control y la mejora continua.