
La comunidad ha logrado lo que parecía imposible: Concord vuelve a funcionar gracias a servidores personalizados levantados por aficionados, sin apoyo de PlayStation y fuera de los sistemas oficiales. El hero shooter de Firewalk Studios, retirado poco después de su lanzamiento, respira de nuevo en PC mediante ingeniería inversa y mucho pico y pala.
Este retorno no es comercial ni abierto al público, sino un esfuerzo comunitario en evolución con organización en Discord y acceso restringido a pruebas privadas. Además del entusiasmo, planea la amenaza legal: los responsables afirman que ya hay movimientos de retirada de contenidos, un recordatorio de lo frágil que es la vida de los juegos dependientes de servidores oficiales.
Qué ha ocurrido exactamente
Tras su estreno en agosto de 2024, Sony cerró los servidores de Concord en menos de dos semanas, ofreció reembolsos y, poco después, disolvió Firewalk Studios. Con el apagón, el juego quedó inaccesible para quienes lo habían comprado, hasta que un grupo de fans consiguió disputar partidas completas de nuevo, demostrando que el diseño original seguía siendo sólido.
Los desarrolladores comunitarios han reimplementado parte del backend: funcionan el emparejamiento, la carga de personajes y el menú principal, aunque el sistema todavía es inestable y “buggy”. No hay lanzamiento público ni fecha; de momento se prioriza afinar la infraestructura y mantener el proyecto en un entorno cerrado.
Quién está detrás del proyecto
El desarrollo corre a cargo de una pequeña cuadrilla de modders y programadores, con nombres conocidos en la escena como Red, open_wizard y gwog. Tras meses de ingeniería inversa, han logrado reconstruir el flujo de conexión y los servicios mínimos para que una partida multijugador sea viable.
“Después de mucho tiempo de ingeniería inversa y desarrollo del servidor, acabamos de jugar una partida de Concord”.
“Se puede jugar, pero tiene errores y aún está en una fase temprana; cuando el servidor esté listo, haremos pruebas privadas”.
Dónde y cómo se puede jugar
El acceso es limitado y por ahora no se distribuye ninguna build pública ni herramientas de conexión; la comunidad se coordina en Discord y ha congelado nuevas invitaciones. De momento el progreso se centra en PC y en sesiones controladas para depurar fallos y evitar una exposición que pueda comprometer el trabajo técnico realizado.
Riesgos legales y reacción de Sony
Los vídeos que mostraban partidas y procesos internos han empezado a recibir retiradas por DMCA, tramitadas por MarkScan, firma que suele actuar en nombre de Sony. Aunque no constan contactos directos con los autores, el movimiento denota que la compañía es consciente del resurgir no oficial y podría ir más allá si lo considera necesario.
Por qué importa en España y Europa
El caso reabre el debate sobre la preservación digital en los juegos como servicio: cuando el servidor se apaga, el producto desaparece aunque el usuario lo haya comprado. En España y la UE, donde crece la sensibilidad por el acceso a contenidos adquiridos, este episodio alimenta la conversación sobre soluciones como herramientas oficiales, modos peer‑to‑peer o servidores privados sancionados para fines de conservación.
Antecedentes y otros casos
No es la primera vez que la comunidad rescata un título online; se han visto retornos no oficiales en juegos como The Crew o proyectos centrados en restaurar funciones en clásicos populares. La respuesta de las editoras varía: algunas toleran estos esfuerzos por nostalgia o antigüedad del juego, mientras que otras actúan con firmeza para proteger propiedad intelectual y marca.
Qué se puede jugar ahora mismo
Hoy por hoy, el alcance es reducido: hay partidas del modo Clash Point en entornos de prueba, con emparejamiento básico, menús operativos y estabilidad mejorable. Quienes participan son, sobre todo, colaboradores y testers cercanos al equipo, que buscan diagnosticar fallos y reforzar la infraestructura antes de abrir la mano.
Más allá del morbo por ver de nuevo Concord en marcha, el proyecto se ha convertido en un símbolo del poder de la comunidad para preservar experiencias que el mercado abandonó. Si la ingeniería inversa logra asentarse sin toparse con más barreras legales, el juego podría mantener una segunda vida, discreta pero significativa, dentro del ecosistema fan‑made.