
Apple ha decidido dejar de destacar que el Apple Watch y el Mac mini son «carbono neutral» en Europa, un cambio que afecta a su comunicación comercial y que llega en plena adaptación a un marco regulatorio más exigente en el mercado comunitario.
La medida no supone un giro en su estrategia climática: la empresa sostiene que mantiene su hoja de ruta de descarbonización, pero modifica el lenguaje publicitario para alinearse con lo que exigen los reguladores y con recientes resoluciones judiciales.
Cambios en la normativa europea
A partir de septiembre de 2026 entrará en vigor una ley de la Unión Europea que prohibirá a las empresas utilizar expresiones como «carbono neutral» o similares en el etiquetado, la publicidad y las páginas de producto, incluso cuando se hayan reducido emisiones y el remanente se compense con créditos.
El objetivo de Bruselas es evitar ambigüedades y homogeneizar la información: no se permitirá presentar un producto concreto como neutro en carbono, con la idea de que el consumidor compare marcas con criterios claros y verificables.
La respuesta de Apple y el alcance del cambio
Ante este escenario, Apple ha optado por adelantar la adaptación de su mensaje a nivel global: la mención a la neutralidad de carbono se ha retirado de los materiales promocionales del Apple Watch y del Mac mini, y ya no aparece en su web para los modelos más recientes.
Hasta ahora, la compañía había señalado al Apple Watch Series 9 como primer dispositivo con esa credencial, extendiendo después el reclamo a variantes como Ultra 2, Series 10 y, más tarde, al Mac mini con chip M4. En la comunicación actual, esa etiqueta ha desaparecido.
- Electricidad 100% renovable en fabricación y, según sus fichas, también en el uso previsto del dispositivo.
- Al menos un 30% de materiales reciclados o renovables por peso.
- Más del 50% de envíos sin transporte aéreo para reducir la logística intensiva en carbono.
- Compensación del remanente mediante créditos de carbono certificados.
Fallo en Alemania y debate sobre compensaciones
El nuevo marco legal se ha visto acompañado por un fallo judicial en Alemania que vetó anunciar el Apple Watch como «carbono neutral» tras una denuncia de un grupo ambientalista por presunto greenwashing, precipitando que la empresa retirase esa mención primero en el país y después de forma más amplia.
Organizaciones ecologistas han cuestionado algunas compensaciones de carbono, como plantaciones forestales de crecimiento rápido, por su posible impacto en la biodiversidad y en el consumo de agua; entre los ejemplos citados aparecen proyectos con eucaliptos en zonas deforestadas.
Apple 2030 y métricas de producto
La compañía asegura que el ajuste del lenguaje no implica un paso atrás: Apple 2030 sigue apuntando a la neutralidad climática en toda su cadena de valor y a lo largo del ciclo de vida de los productos antes de que termine la década.
En términos de medición, Apple cita avances incrementales: el Apple Watch Series 11 presenta unas emisiones netas estimadas de 8,1 kg de CO₂, por debajo de los 8,3 kg atribuidos a la generación anterior, gracias a mejoras en materiales, procesos y logística.
En el caso del Mac mini, el enfoque pasa de etiquetas absolutas a métricas verificables y criterios comparables entre fabricantes, en línea con la interpretación estricta que promueve el regulador europeo para las alegaciones ambientales.
Para quien compra, esto se traduce en mensajes más prudentes y comparables, con menos eslóganes y más datos auditables sobre energía renovable, materiales reciclados y transporte, sin que la empresa renuncie a su plan de descarbonización.
Con este movimiento, Apple reordena su narrativa ambiental: retira la mención «carbono neutral» del Apple Watch y del Mac mini en Europa, acelera la coherencia con la norma comunitaria y con los precedentes judiciales, y mantiene los compromisos de Apple 2030 apoyándose en indicadores concretos de reducción de emisiones.



