
La caída de Amazon Web Services ha provocado incidencias a escala global desde alrededor de las 09:00 en España, con fallos intermitentes en webs, apps y videojuegos. Usuarios de múltiples países han reportado errores de conexión y latencias elevadas en servicios que dependen de la nube de Amazon.
AWS ha confirmado el problema en su página de estado y ha ido emitiendo avisos conforme avanzaban las tareas de mitigación. La compañía señaló afectación en la región US-EAST-1 (Virginia del Norte) y detalló que la recuperación es progresiva, con normalidad en la mayoría de operaciones poco después del mediodía, aunque con posibles limitaciones puntuales.
Qué ha pasado y dónde se originó
El incidente se localizó en la resolución de DNS que afecta a la API de Amazon DynamoDB en la región US-EAST-1, lo que disparó las tasas de error y las latencias en varios servicios. Tras identificar la causa, AWS aplicó medidas de mitigación y comenzó a observar signos claros de recuperación a media mañana, continuando los trabajos hasta estabilizar la mayor parte de las operaciones.
El DNS actúa como la “agenda de Internet”: traduce nombres como “amazon.com” a direcciones IP para que los sistemas se comuniquen. Cuando esa resolución falla en una región crítica, miles de servicios pueden dejar de encontrarse entre sí, desencadenando un efecto dominó que se percibe en forma de caídas y errores para el usuario final.
DynamoDB es una base de datos NoSQL utilizada por aplicaciones a gran escala por su rendimiento y previsibilidad. Un problema en su comunicación interna dentro de la región afectada puede traducirse en peticiones que no responden o responden con retraso, y en la imposibilidad temporal de lanzar nuevas instancias en determinados momentos.
Desde la página de estado, AWS recomendó a los clientes reintentar las solicitudes y, si persistían problemas al resolver los puntos de conexión de DynamoDB en US-EAST-1, vaciar las cachés de DNS como medida adicional mientras concluía la recuperación.
Servicios y sectores afectados
La caída alcanzó a productos propios de Amazon como Alexa, Prime Video y su tienda en línea, y a plataformas de terceros de enorme tráfico. Herramientas como Canva y Duolingo, así como servicios de IA como Perplexity y redes sociales tipo Snapchat, registraron incidencias intermitentes.
- Videojuegos: Fortnite, Clash Royale y Roblox reportaron problemas de acceso y estabilidad.
- Plataformas de contenido y medios: Prime Video y otros servicios en streaming mostraron errores puntuales.
- Aplicaciones y servicios online: Canva, Duolingo y Perplexity informaron fallos asociados a la infraestructura.
- Entornos corporativos: se observaron incidentes en páginas de estado de proveedores como Atlassian o Docker.
En España el impacto se dejó notar en la banca digital (plataformas de BBVA, ING, Santander o CaixaBank experimentaron problemas) y en las telecomunicaciones con reportes en redes como Movistar y Orange. También hubo incidencias en pagos con tarjeta en comercios y plataformas de venta de entradas como Ticketmaster, que reprogramó lanzamientos como el de La Oreja de Van Gogh para la tarde. En infraestructuras, se registraron dificultades en servicios como los aparcamientos de aeropuertos.
La herramienta de seguimiento Downdetector reflejó desde primera hora un repunte de avisos, concentrado en las regiones dependientes de US-EAST-1 y extendiéndose por efecto cascada a millones de usuarios.
Cronología de la incidencia
Los primeros reportes comenzaron sobre las nueve de la mañana (hora peninsular). A media mañana AWS indicó que había identificado la posible causa relacionada con DNS en la API de DynamoDB y aplicó mitigaciones, con señales de recuperación en diversos servicios.
Entre el mediodía y primeras horas de la tarde, la compañía comunicó que el problema de DNS quedó mitigado y que la mayoría de operaciones funcionaban con normalidad, aunque algunas solicitudes podían seguir limitadas mientras se despejaba la acumulación de eventos y se normalizaban lanzamientos de nuevas instancias.
La experiencia no fue uniforme: según la ruta de red y el centro de datos al que viajaban las peticiones, algunos usuarios notaron una vuelta a la normalidad antes que otros. Este comportamiento irregular es habitual en incidencias distribuidas de gran escala.
Por qué una caída de AWS se nota tanto
AWS es una pieza central del ecosistema digital: miles de empresas alojan ahí su computación, bases de datos, almacenamiento y redes. Esa concentración implica que un fallo en una región de alto tráfico puede traducirse en efectos en cadena en todo el mundo.
Expertos en seguridad y sistemas han subrayado la interdependencia de la infraestructura online y la necesidad de fortalecer la resiliencia y diversificar proveedores. Pequeñas incidencias técnicas pueden desencadenar impactos amplios si afectan a un pilar crítico de la nube.
Este episodio vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la centralización y la conveniencia de diseñar arquitecturas con redundancias múltiples, así como de planes de continuidad que limiten la degradación del servicio cuando hay problemas en un proveedor.
Con el foco en US-EAST-1 y un origen ligado a DNS y DynamoDB, el incidente dejó caídas en servicios muy populares y afectó a pagos, banca y ocio digital; tras las mitigaciones aplicadas, la mayor parte de sistemas se recuperó de forma escalonada, y AWS mantiene las tareas para cerrar los últimos flecos.
