
La próxima gran evolución del iPhone podría pasar por decir adiós a los botones físicos. Diversas filtraciones coinciden en que Apple trabaja en un sistema de controles hápticos integrados en el marco, capaces de simular la pulsación sin necesidad de mecanismos tradicionales.
Las fuentes señalan al conocido filtrador Instant Digital (Weibo) como origen de los detalles clave: el modelo del vigésimo aniversario daría el salto a botones de estado sólido para volumen, encendido y otras funciones, con vibración localizada que imitaría el clic. Aunque la compañía no lo ha confirmado, la consistencia de los rumores aporta contexto a este posible cambio que afectaría por igual a usuarios de España y del resto de Europa.
Adiós a los clics mecánicos: así funcionarían los nuevos controles
[relacionado url=»https://foropc.com/guias-de-tecnologia-educacion-negocio-ssd-nvme-y-proxmox/»]
El planteamiento pasa por sensores de presión y retroalimentación háptica que reproduce la sensación de un botón real. Es una idea conocida para Apple: el trackpad de los MacBook y el botón de inicio del iPhone 7 ya simulan la pulsación mediante el Taptic Engine, sin piezas móviles.
En el pasado ya hubo intentos. El llamado Project Bongo sonó con fuerza para el iPhone 15 Pro, pero se habría pospuesto por problemas técnicos en pruebas. Ahora, según estas filtraciones, el sistema habría superado la verificación funcional y estaría listo para su producción a gran escala cuando llegue el modelo adecuado.
El cambio afectaría a todos los controles clásicos: botón de encendido, volumen, acción e incluso un control específico para la cámara. Se habla de distinguir entre toques ligeros y presión firme, y de vibraciones más precisas —e incluso acompañadas de audio— para reforzar la sensación de clic, siempre dentro del terreno de los rumores.
La ventaja principal sería reducir al mínimo las partes móviles, algo que podría mejorar la resistencia al agua y al polvo, además de lograr un diseño más limpio y continuo. Para Apple, encaja con su línea de pulir bordes, simplificar formas y mantener una estética muy uniforme.
Un rediseño a juego: cristal y pantalla que se derrama en los bordes
Los reportes también apuntan a un chasis de cristal y a una pantalla que podría curvarse hacia los cuatro lados, integrando los nuevos controles directamente en el marco. Este enfoque permitiría que los “botones” aparezcan y cambien sutilmente según el contexto, algo difícil de conseguir con elementos mecánicos.
Ahora bien, eliminar la botonera física plantea retos prácticos: cómo actuar con guantes, qué pasa si el sistema se bloquea o cómo gestionar combinaciones de reinicio y emergencia. Apple tendría que diseñar métodos de acceso alternativos y claros, especialmente relevantes para usuarios en España y Europa por cuestiones de accesibilidad.
Antecedentes en Apple y Android
Apple no parte de cero: el botón de inicio del iPhone 7/8 ya simulaba la presión mediante háptica, y los trackpads de los MacBook llevan años funcionando sin mecanismo físico, confiando en un motor de vibración preciso.
En el mundo Android también hubo experimentos. El HTC U12 Plus prescindió de botones mecánicos y recurrió a superficies sensibles al tacto con respuesta háptica, un buen precedente para medir pros y contras de esta apuesta.
Calendario, nombre y disponibilidad: lo que se comenta hoy
Las filtraciones sitúan esta gran transformación alrededor del vigésimo aniversario del iPhone, con 2027 en el horizonte. Incluso se baraja un cambio de denominación —del “20” al “XX”—, aunque el nombre final y los detalles de diseño podrían variar conforme avance el proyecto.
Para España y el resto de Europa, se espera un despliegue global si la adopción de los botones hápticos se confirma. No hay información oficial sobre precio o variantes, y todo apunta a que Apple mantendrá su secreto habitual hasta fases avanzadas. De momento, la suma de reportes coherentes es lo que mantiene vivo el rumor.
Si Apple acaba dando el paso, los iPhone sin botones físicos traerán controles hápticos más precisos, menos piezas susceptibles de desgaste y un diseño más uniforme. Quedan dudas razonables —accesibilidad, emergencia y usabilidad en situaciones límite—, pero 2027 se perfila como la fecha en la que podríamos ver el cambio más radical en años para el iPhone en Europa y en España.


