
Cambiar de móvil sigue siendo para muchos usuarios un trámite pesado y lleno de incertidumbre, sobre todo cuando el salto implica pasar de Android a iPhone o de iOS a un terminal con el sistema de Google. Pese a que existen herramientas oficiales, el miedo a perder fotos, mensajes o configuraciones importantes continúa muy presente.
En este contexto, Apple y Google han dado un paso poco habitual: colaboran en un nuevo sistema de transferencia de datos entre iOS y Android, pensado para que el cambio de plataforma sea más directo, más completo y con menos errores. En mercados como España y el resto de Europa, donde Android sigue dominando pero el iPhone gana terreno, este movimiento puede marcar un antes y un después en la experiencia de quienes deciden cambiar de ecosistema.
Del uso de apps como Move to iOS y Android Switch a una solución integrada
Hasta ahora, el camino oficial para moverse entre plataformas pasaba por dos aplicaciones específicas: Move to iOS, para llevar datos de Android a iPhone, y Android Switch (Switch to Android) para el viaje contrario. Estas apps permiten copiar al nuevo móvil elementos básicos como fotos, vídeos, contactos o el historial de la app de mensajería por defecto, y conviven con soluciones como Quick Share y AirDrop.
El problema es que, aunque cumplen con lo prometido en teoría, la experiencia real suele dejar bastantes huecos. Muchos usuarios en España y en el resto de Europa se han encontrado con copias incompletas, historiales que no se transfieren del todo o fallos al importar determinados contenidos, especialmente mensajes y algunos ajustes de aplicaciones.
Con el nuevo enfoque, Apple y Google quieren que ese proceso deje de depender de herramientas externas y se convierta en algo tan normal como encender el móvil por primera vez. La idea es que la opción de migrar datos entre iOS y Android aparezca directamente durante la configuración inicial del dispositivo, sin necesidad de descargar nada adicional ni seguir tutoriales complicados.
Ambas compañías han confirmado al medio especializado 9to5Google que trabajan juntas en un sistema de migración nativo, más simple y con menos riesgo de pérdida de información. De este modo, el usuario solo tendrá que seguir unos pasos guiados en la pantalla para mover sus datos de un sistema al otro, como si estuviera pasando de un móvil Android a otro Android o de un iPhone a otro iPhone.
Pruebas en Android Canary 2512 y llegada a una beta de iOS 26
La primera pista concreta de este nuevo sistema ya se ha dejado ver en el ecosistema de Google. La versión Android Canary 2512 (ZP11.251121.010), disponible en los Google Pixel, incluye las primeras referencias a la nueva función de transferencia entre iOS y Android. Canary es el canal de pruebas más avanzado, pensado sobre todo para desarrolladores, lo que indica que el proyecto está en una fase temprana pero real.
Esta compilación experimental de Android 16 abre la puerta a un método de migración integrado que, en el futuro, podría sustituir por completo a la app Android Switch. Aunque todavía no se detalla su funcionamiento paso a paso, el objetivo es que el nuevo sistema guíe desde la propia pantalla de bienvenida del dispositivo para recibir los datos procedentes de un iPhone.
En el lado de Apple, la compañía ha adelantado que esta nueva capacidad de transferencia aparecerá primero en una futura beta de iOS 26 para desarrolladores. Todavía no se ha concretado en qué compilación o fecha exacta se integrará, pero la mención explícita a iOS 26 deja claro que el proyecto está sobre la mesa y forma parte de la hoja de ruta de la plataforma.
Por el momento, no hay calendario oficial para el lanzamiento en versiones estables ni confirmación sobre qué modelos serán compatibles desde el primer día. Google ya ha avisado de que la compatibilidad dentro del ecosistema Android se irá habilitando dispositivo por dispositivo, lo que apunta a un despliegue gradual que podría extenderse durante varios meses.
Mientras tanto, quienes cambien de móvil seguirán dependiendo de las soluciones ya conocidas: Move to iOS en Android y Android Switch en iOS. La nueva opción nativa convivirá inicialmente con estas herramientas hasta que el sistema esté suficientemente probado y pulido.
Qué promete el nuevo sistema de transferencia entre iOS y Android
Aunque los detalles técnicos son todavía escasos, las filtraciones y las propias declaraciones de Apple y Google permiten hacerse una idea del alcance de la novedad. El propósito principal es reducir la fricción cuando se cambia de plataforma, simplificando pasos y ampliando la cantidad de información que puede moverse de un dispositivo al otro.
Hoy en día, las herramientas existentes se centran en lo más básico: contactos, fotos, vídeos y algunos archivos. Con el nuevo sistema, ambas compañías aspiran a ofrecer una migración más completa, con soporte para más tipos de datos y menos incompatibilidades. Entre los elementos que podrían mejorar se encuentran los ajustes del sistema, determinados datos de aplicaciones compatibles e incluso historiales de mensajería, siempre respetando las restricciones de seguridad y cifrado.
Otro de los pilares del proyecto es la experiencia de uso. Según lo que se ha podido saber hasta ahora, la transferencia se integrará de forma nativa en el asistente de configuración inicial, tanto en Android como en iOS. Es decir, nada más encender el móvil por primera vez, el sistema ofrecerá la opción de traer datos desde la otra plataforma, guiando al usuario con un asistente paso a paso.
El objetivo es que ya no sea necesario instalar aplicaciones externas ni recurrir a soluciones de terceros, algo que suele generar dudas de seguridad y aumenta las posibilidades de cometer errores. Además, se espera que se mejore la velocidad del proceso para que mover gigas de información no se convierta en una espera interminable.
Las compañías también han dejado caer que la nueva transferencia se apoyará en canales seguros y cifrados, un aspecto clave cuando se manejan datos personales tan sensibles como mensajes, fotos privadas o documentos. De este modo, el sistema debería combinar comodidad y protección sin obligar al usuario a elegir entre una cosa y la otra.
Un movimiento con impacto en España y en la Unión Europea
En países como España, donde la penetración del smartphone supera con creces a la de otros dispositivos conectados, la elección entre iOS y Android tiene un impacto directo en el día a día de millones de personas. Android sigue siendo mayoritario, pero la cuota de mercado del iPhone lleva años creciendo, lo que incrementa el número de usuarios que dan el salto de una plataforma a otra.
Hasta ahora, cambiar de sistema implicaba asumir cierto grado de caos: transferencias incompletas, fallos en historiales de mensajería, problemas con iMessage y SMS o diferencias en la gestión de apps y copias de seguridad. Esta situación ha actuado como una especie de freno invisible, desanimando a muchos usuarios a cambiar de plataforma pese a tener interés en hacerlo.
El nuevo sistema de Apple y Google encaja, además, con el clima regulatorio actual en la Unión Europea. Bruselas lleva tiempo exigiendo más interoperabilidad y menos bloqueos artificiales entre servicios digitales, algo que se refleja en normas como la Ley de Mercados Digitales (DMA). Aunque esta legislación se ha centrado en ámbitos como la mensajería, los navegadores o las tiendas de aplicaciones, el espíritu es el mismo: que el usuario no se quede “atado” a un ecosistema por barreras técnicas.
La colaboración entre los dos gigantes tecnológicos puede entenderse también como una respuesta preventiva a esa presión regulatoria. Facilitar la migración entre iOS y Android reduce el llamado “efecto bloqueo”, dando a los usuarios europeos más margen para cambiar de dispositivo sin temor a perder su información o tener que pasar por procesos complicados.
Para el mercado español, donde conviven perfiles muy distintos —desde quienes renuevan móvil cada pocos años hasta quienes alargan la vida de su dispositivo al máximo—, un sistema de transferencia más fiable puede traducirse en una mayor libertad a la hora de elegir marca y sistema operativo. Si cambiar deja de ser un quebradero de cabeza, la decisión se centrará más en el precio, las prestaciones y el soporte, y menos en los trámites de migración.
Estado actual, dudas abiertas y lo que pueden esperar los usuarios
Por ahora, todo lo relacionado con este nuevo sistema sigue en una fase temprana de desarrollo y pruebas internas. La función se está desplegando en canales pensados para desarrolladores —Android Canary en el caso de Google y futuras betas de iOS 26 en el de Apple—, lo que significa que todavía no está lista para el gran público.
Ni Apple ni Google han puesto sobre la mesa una fecha definitiva para su llegada a las versiones estables. Algunas fuentes apuntan a que podría empezar a estar disponible a lo largo de 2026, pero por ahora se trata solo de estimaciones basadas en los ciclos habituales de lanzamiento de ambos sistemas operativos.
Tampoco se conocen todos los detalles sobre su compatibilidad con móviles Android de otros fabricantes más allá de los Google Pixel, que suelen ser los primeros en recibir novedades de este tipo. El ecosistema Android es especialmente diverso en Europa, con marcas como Samsung, Xiaomi, OPPO o realme muy presentes en España, lo que añade complejidad al despliegue.
A ello se suma la posibilidad de que, en algún momento, surjan tensiones en torno a cómo se implementa la transferencia y qué tipo de datos se incluyen. En el pasado ha habido ejemplos de funciones que han dejado de funcionar por decisiones unilaterales, como el caso de aplicaciones de terceros que intentaban integrar iMessage en Android y que terminaron bloqueadas.
Con todo, el contexto actual es distinto: esta vez se trata de una iniciativa conjunta entre Apple y Google, en un entorno regulatorio menos tolerante con los bloqueos entre plataformas. Eso hace que, aunque se mantenga cierta cautela, el margen para un retroceso total sea menor y el proyecto tenga más opciones de materializarse en un sistema de uso generalizado.
Si las pruebas avanzan como se espera y las versiones beta confirmen las mejoras prometidas, los usuarios europeos podrían encontrarse pronto con uno de los cambios más relevantes en la relación entre iOS y Android de los últimos años: un puente directo, oficial y —sobre el papel— mucho más fiable entre ambos mundos, que haga que cambiar de móvil sea, por fin, un trámite razonablemente sencillo y no una odisea tecnológica.
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