La llegada de la Agentic AI Foundation (AAIF) marca un punto de inflexión en cómo se organizará la próxima ola de inteligencia artificial. La nueva entidad, alojada bajo el paraguas de la Linux Foundation, nace para poner orden en un panorama donde los agentes de IA empiezan a dar el salto de los laboratorios a entornos reales, desde empresas tecnológicas hasta servicios financieros.
En lugar de centrarse en un único modelo o producto, la AAIF se plantea como un espacio neutral de gobernanza y estándares abiertos, donde distintos actores puedan acordar cómo deben hablar entre sí los agentes de IA, qué protocolos usar y qué buenas prácticas seguir para que estos sistemas sean interoperables, auditables y más previsibles, también en contextos regulados como los europeos.
Qué es la Agentic AI Foundation y por qué aparece ahora
La Agentic AI Foundation es un fondo dirigido dentro de la Linux Foundation creado junto a Anthropic, Block y OpenAI, con el apoyo de compañías como Amazon Web Services (AWS), Google, Microsoft, Cloudflare y Bloomberg. Su objetivo declarado es que la IA agéntica -es decir, sistemas capaces de planificar, coordinar herramientas y ejecutar tareas de forma autónoma- evolucione de forma abierta, colaborativa y en beneficio del interés público.
Hasta ahora, gran parte de los agentes de IA que se están lanzando al mercado se apoyan en pilas tecnológicas propietarias. Eso provoca soluciones poco compatibles entre sí, integraciones personalizadas y un riesgo claro de vendor lock-in. La AAIF pretende atacar esta fragmentación definiendo protocolos, formatos y marcos comunes sobre los que cualquiera pueda construir, desde una startup europea hasta una gran multinacional.
La Linux Foundation aporta su experiencia como gestora de proyectos críticos de código abierto como Linux, Kubernetes, Node.js, PyTorch o RISC-V. La idea es replicar ese modelo de gobernanza técnica y comunitaria, pero aplicado a la capa de infraestructura de los agentes de IA: cómo se conectan a datos, cómo se describen los proyectos donde trabajan y cómo se orquestan flujos complejos.
Este enfoque encaja con el contexto regulatorio europeo, donde normativas como el Reglamento de IA de la UE empujan hacia sistemas más transparentes, auditables y menos dependientes de cajas negras cerradas. Un conjunto de estándares abiertos puede simplificar a empresas y administraciones públicas el cumplimiento de requisitos de explicabilidad, seguridad y gobernanza.
Los tres pilares técnicos: MCP, Goose y AGENTS.md
La AAIF arranca con tres proyectos donados por sus socios fundadores que se han convertido en las piezas básicas de la infraestructura agéntica: el Model Context Protocol (MCP) de Anthropic, el framework Goose de Block y el estándar AGENTS.md impulsado por OpenAI.
Model Context Protocol (MCP) nació como un estándar abierto para conectar modelos y agentes de IA con herramientas externas, bases de datos, APIs y aplicaciones empresariales. En apenas un año se ha desplegado en más de 10.000 servidores MCP públicos, utilizados tanto en herramientas para desarrolladores como en implementaciones corporativas de grandes compañías.
Plataformas muy extendidas como ChatGPT, Claude, Cursor, Microsoft Copilot, Gemini o Visual Studio Code ya han adoptado MCP como forma común de integrar agentes con servicios externos. Para los equipos técnicos, esto significa poder construir un conector una sola vez y reutilizarlo en distintos clientes y nubes -incluyendo AWS, Google Cloud o Azure-, reduciendo fricción y costes de mantenimiento.
El protocolo destaca por ofrecer un mecanismo de integración relativamente simple, con controles de seguridad y autenticación integrados, y una especificación que sigue evolucionando con aportaciones de la comunidad. Entre las últimas mejoras figuran soporte para operaciones asíncronas, extensiones oficiales, gestión de identidad de servidor y SDKs para lenguajes como Python o TypeScript, con decenas de millones de descargas mensuales.
En paralelo, Goose actúa como framework de agentes de IA de código abierto y enfoque local-first. Desarrollado por Block, está pensado para que los agentes puedan ejecutarse en la propia máquina del usuario o en infraestructuras controladas, sin depender exclusivamente de la nube. Goose combina modelos de lenguaje, herramientas extensibles e integración nativa con MCP para definir flujos de trabajo estructurados, repetibles y con mayor control sobre datos y permisos.
El tercer bloque, AGENTS.md, es un estándar sencillo pero potente: se trata de un archivo de texto en formato Markdown que vive en los repositorios de código y que los agentes usan como especie de «manual de instrucciones» automatizado. Allí se describen procesos de compilación, pruebas, convenciones de estilo, flujos de despliegue, pautas de seguridad o normas internas del proyecto, pero pensados para que los lea un agente de IA en lugar de una persona desarrolladora.
Este archivo, según los impulsores de la iniciativa, ya se ha adoptado en más de 60.000 proyectos de código abierto y marcos de agentes, incluyendo herramientas tan diversas como Amp, Cursor, Devin, Gemini CLI, GitHub Copilot, VS Code u otros asistentes de desarrollo. La consecuencia práctica es que el comportamiento de los agentes se vuelve más predecible y consistente al cambiar de proyecto o ecosistema.
Un ecosistema industrial alineado alrededor de la AAIF
La creación de la Agentic AI Foundation llega con un apoyo corporativo inusual por su amplitud. En la categoría Platinum figuran empresas como AWS, Anthropic, Block, Bloomberg, Cloudflare, Google, Microsoft y OpenAI, una mezcla de proveedores cloud, empresas de IA avanzada, actores del sector financiero y referentes del software abierto.
Junto a ellos aparecen numerosos miembros Gold y Silver procedentes de sectores muy diversos: pagos digitales, redes, observabilidad, contenedores, ciberseguridad, bases de datos, comercio electrónico o movilidad. Nombres como Cisco, Datadog, Docker, Ericsson, IBM, Oracle, Salesforce, SAP, Shopify, Snowflake, SUSE, Uber o Zapier dan una idea del alcance transversal que se busca para estos estándares.
Desde el ámbito financiero, Bloomberg ha descrito MCP como un bloque de construcción esencial para una nueva generación de APIs en la era de la IA agéntica. La compañía ve el protocolo como la capa conectiva necesaria para que sistemas de inversión avanzada accedan a contexto relevante en tiempo casi real, permitiendo razonamientos y decisiones más sofisticadas que la simple respuesta a consultas.
En el plano de infraestructura, Cloudflare ha remarcado que estándares abiertos como MCP permiten que cualquier desarrollador pueda crear agentes que funcionen sobre distintas plataformas sin miedo a quedar atrapado en un único proveedor. La firma ha colaborado estrechamente con Anthropic para dar soporte a servidores MCP remotos desplegados sobre su propia red global.
Para proveedores cloud como Google Cloud y Microsoft Azure, la AAIF encaja con una narrativa de apoyo al código abierto, la interoperabilidad y la neutralidad de proveedor. Representantes de ambas empresas han insistido en que la adopción masiva de la IA de agentes solo será viable si se apoya en estándares compartidos en los que la comunidad pueda confiar, especialmente en ámbitos sensibles como administración pública, sanidad o banca en Europa.
Gobernanza abierta, pero con matices
La gobernanza de la Agentic AI Foundation se articula a través de la Linux Foundation como hogar neutral. Los proyectos se organizan en torno a comités técnicos y grupos de trabajo abiertos, y la financiación llega mediante un sistema de directed fund, en el que las empresas aportan cuotas de membresía para sostener el desarrollo y la infraestructura.
Desde la dirección de la Linux Foundation se subraya que la financiación no equivale a control: las hojas de ruta deben decidirse de forma transparente y colegiada, y ningún miembro puede imponer unilateralmente la evolución de un estándar. Este modelo ya se ha usado en otros proyectos emblemáticos y se presenta como garantía de que MCP, Goose o AGENTS.md seguirán siendo neutrales, abiertos y orientados a la comunidad.
Sin embargo, no todo el mundo comparte una visión tan optimista. Medios y voces próximas al movimiento de software libre y abierto han puesto el foco en las limitaciones reales de la apertura que promueven las grandes tecnológicas. Su crítica principal es que las compañías implicadas donan piezas importantes -protocolos, frameworks, tooling-, pero mantienen bajo llave los activos clave que marcan su ventaja competitiva, como modelos de lenguaje completos, conjuntos de datos de entrenamiento o determinados sistemas de seguridad interna.
Esta postura sostiene que, en la práctica, muchas iniciativas de este tipo funcionan como mecanismos para ganar legitimidad y buena imagen en la comunidad, mientras el núcleo del negocio continúa siendo propietario. La AAIF no es ajena a ese debate: algunos analistas se preguntan si se trata de una apuesta genuina por la colaboración abierta o de una forma más sofisticada de conservar el control mientras se proyecta cooperación.
Pese a estas reservas, incluso las voces más críticas reconocen que disponer de protocolos comunes, documentación compartida y foros técnicos abiertos puede suponer una mejora real respecto a un escenario de estándares de facto puramente privados. En ese sentido, la evolución concreta de los proyectos bajo la AAIF -y el grado de influencia que consiga ejercer la comunidad- será lo que determine el impacto real de la fundación.
Impacto para desarrolladores, empresas y el contexto europeo
Para quienes construyen productos y servicios digitales, la existencia de un marco estándar para agentes de IA puede tener implicaciones muy tangibles. Un desarrollador ya no tendría que escribir integraciones específicas para cada asistente inteligente: si el ecosistema adopta MCP y AGENTS.md, bastaría con crear un servidor MCP bien documentado y un archivo de instrucciones coherente para que distintos agentes puedan consumirlo.
Esto reduce el tiempo dedicado a «pegar» sistemas y permite centrarse más en casos de uso de alto valor, como automatización de procesos internos, asistentes especializados en dominios regulados o herramientas colaborativas para equipos híbridos humano-máquina. En sectores como el financiero, la salud o la administración, disponer de especificaciones comunes facilita también la elaboración de auditorías y la supervisión por parte de reguladores.
Para las startups europeas, el contexto es especialmente relevante. El mercado comunitario tiende a valorar la interoperabilidad, el control sobre los datos y la portabilidad entre proveedores. Basar productos en estándares amparados por la Linux Foundation puede dar más margen de maniobra frente a cambios de condiciones comerciales de grandes plataformas o frente a requisitos regulatorios más estrictos.
Asimismo, la existencia de una comunidad técnica global en torno a MCP, Goose y AGENTS.md abre la puerta a que equipos en España o en otros países europeos no solo consuman tecnología, sino que también aporten extensiones, documentación, herramientas de observabilidad o capas de seguridad adaptadas a las exigencias locales.
En el plano de políticas públicas, la AAIF podría convertirse en un interlocutor relevante cuando instituciones europeas busquen alinear requisitos legales con estándares técnicos. No se trata solo de cumplir la ley, sino de poder demostrarlo con trazabilidad, registros de actividad de los agentes y mecanismos de control integrados en la propia infraestructura.
Eventos y vías de participación: el papel del MCP Dev Summit
La Agentic AI Foundation no solo agrupa proyectos técnicos, sino que también absorbe iniciativas comunitarias como el MCP Dev Summit, un encuentro centrado en el ecosistema MCP y las herramientas que lo rodean. Estos eventos, donados a la AAIF por la empresa Obot.ai, buscan convertirse en el foro de referencia para quienes trabajan en agentes de IA basados en estándares abiertos.
La próxima edición del MCP Dev Summit tiene previsto celebrarse en Nueva York a comienzos de abril de 2026, con llamada a propuestas, registro y patrocinios gestionados desde los canales habituales de la Linux Foundation. Además, está previsto un MCP Dev Summit Europe, con ubicación y fechas por anunciar, que ofrecerá un espacio más cercano para la comunidad europea interesada en la IA agéntica abierta.
A través del sitio web oficial AAIF.io y del repositorio en GitHub alojado en github.com/aaif, cualquier persona puede acceder a documentación, especificaciones, debates de diseño y guías de contribución. Es ahí donde se concentrará el trabajo del día a día: propuestas de mejora del protocolo, nuevas extensiones, herramientas de prueba o integraciones con plataformas existentes.
Organizaciones de todos los tamaños pueden participar mediante distintos niveles de membresía o simplemente contribuyendo código, documentación o casos de uso. Desde una pyme tecnológica hasta una institución académica europea, el grado de implicación es flexible y no exige un músculo financiero equiparable al de los grandes patrocinadores.
En la práctica, los próximos años servirán para comprobar si la AAIF consigue convertirse en infraestructura real y ampliamente usada o si se queda en un consorcio más de logos. Factores como la calidad de las especificaciones, la capacidad de respuesta a las necesidades de la comunidad o el ritmo de adopción por parte de proyectos independientes serán determinantes.
Con la Agentic AI Foundation, la industria ha dado un paso concreto hacia un lenguaje común para agentes de IA, apoyándose en MCP, Goose y AGENTS.md como piezas iniciales de ese puzle. Falta ver cómo evolucionarán estos estándares, hasta qué punto las contribuciones abiertas condicionarán las decisiones estratégicas de los grandes actores y si la comunidad europea sabrá aprovechar el terreno neutral que ofrece la Linux Foundation para impulsar proyectos propios que encajen con sus prioridades de soberanía digital, transparencia y control sobre la tecnología.
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